lunes, 21 de agosto de 2017

Walsh, el hombre comprometido con su tiempo.

Sin dudas, hombres con el coraje de Rodolfo Walsh, ha tenido pocos la historia argentina. Pero, ¿quién fue este intelectual, que ha sido tildado por algunos como valiente y de principios, y por otros, terrorista y asesino?

Ya de la cara que todos conocen, la del periodista que se dice que militó activamente en Montoneros y que fue detenido-desaparecido por la última dictadura militar, autor de un libro esencial en la historia de nuestro país: Operación Masacre, hablaremos y profundizaremos en su vida.



Antes de empezar directamente con el artículo, quisiera citar a Walsh, con la frase que da título a este post y que para mí cuyas palabras perdurarán en el tiempo:

"Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante; y el que comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto, no en la historia viva de su tierra".

Rodolfo Walsh no fue siempre un hombre angustiado por las cosas que pasaban en su país. Solía ser un tipo sobre todo apolítico, cuyos intereses estaban principalmente basados en escribir cuentos policiales y jugar al ajedrez.

Sin embargo, hubo un hecho que marcó un antes y un después en su vida: los fusilamientos de José León Suárez. Episodio represivo del levantamiento del General Valle, en el que se fusiló a varios civiles peronistas.


"HAY UN FUSILADO QUE VIVE"

Fueron las palabras que oyó Walsh una noche del año 1956 en un bar de La Plata. 

A raíz de aquella frase, comenzó una investigación exhaustiva, recopilando testimonios de sobrevivientes de la matanza. 

En 1957, su obra fundamental vio la luz: Operación Masacre. Además de documentar un caso de terrorismo de estado, sin quererlo, dio origen a un nuevo género literario: el periodismo de ficción. Se adelantaría algunos años a la que se considera por varios el creador del género, "A Sangre Fría" de Truman Capote.




EL ESCRITOR COMPROMETIDO

A partir de 1970, Walsh comenzó a relacionarse con el Peronismo de Base. A partir de diferencias políticas, un sector de esta organización se fusiona con Montoneros. Su nombre de guerra era Profesor Neurus, debido a su gran inteligencia. En 1974 comenzaron sus diferencias con la agrupación, debido a su pase a la clandestinidad. 

Durante la última dictadura militar, autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, fundó ANCLA, Agencia de Noticias Clandestina;  un sistema de difusión de información de mano en mano cuyas gacetillas decían:
"Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información. - Rodolfo Walsh."
 Tras su desaparición, la tarea fue continuada por Horacio Verbitsky, hasta el año siguiente.




EL PRINCIPIO DEL FINAL


Hacia 1976, dos hechos cambiaron la vida de Walsh: la muerte de su amigo Paco Urondo, y aún más tristemente para él, la de su hija Victoria.

El 29 de septiembre, su hija María Victoria (su nombre de guerra era Hilda, y Vicki para los familiares y amigos), oficial 2º de la organización Montoneros, murió en un enfrentamiento (que fue llamado el Combate de la calle Corro) con el Ejército, un día después de cumplir 26 años. Al verse rodeada y sin posibilidad de escape en la terraza de la casa, ella y Alberto Molina, el último sobreviviente, levantaron los brazos y tras un breve discurso que finalizó con la frase: "Ustedes no nos matan, nosotros elegimos morir", tanto Alberto como Vicki se dispararon en la sien. En diciembre de ese año Walsh publicó un mensaje ―en el que relata las circunstancias del hecho― llamado Carta a mis amigos.

En el primer aniversario del golpe, Walsh terminó su muy recordada Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar. Allí denunciaba el secuestro y desaparición de personas por el régimen. Mientras echaba las primeras copias en algunos buzones de la Ciudad de Buenos Aires, fue atacado y acribillado a balazos por un grupo de tareas, el cual secuestró su cuerpo moribundo de forma ilegal. 

Desde entonces, Walsh integra la lista de los desaparecidos.






LEGADO Y MEMORIA

Rodolfo Walsh se consideraba un combatiente revolucionario antes que escritor. Algo impensado para un intelectual que solía ser ajeno a la realidad política.

Hoy, algunas escuelas y una estación de la línea E del subte de Capital Federal llevan su nombre. Además de las menciones, hablemos de la figura de Walsh en la mente de los argentinos y argentinas en la actualidad.

Hay quienes lo consideran un asesino. Otros, directamente cercano al terrorismo. Sin embargo, cabe destacar los valores de este hombre, quien dio su vida para contar la verdad, la verdad que nadie se animaba a contar.

Hago pública mi admiración a Walsh, y la verdad es que no sé qué me gustaría estudiar, pero si eligiese periodismo, sería por él. Por el deseo de tener su valentía, y decir lo que otros callan.




Gracias por su tiempo, y tengan memoria.

Hasta el próximo post.






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